Las fachadas que se ven en la ilustración pertenecen al Barrio Voluntad (el barrio de mis abuelos). Recientemente desaparecidas, pierden su solidez y se amontonan sin orden sobre el suelo donde se levantaron, como fotografías antiguas que esperan ser recopiladas en un álbum.
Como otras barriadas de Sevilla, fue proyectada para 1929 por la Fábrica de Cerámica Mensaque, propietaria del terreno. Al ser terrenos privados, no fue hasta los años 60 cuando los vecinos consiguieron el alcantarillado y pavimentar las calles, que reciben el nombre de Lealtad, Prosperidad, Voluntad, Virtud, Trabajo y Constancia.
Como otros barrios similares, están fuera de la protección urbanística del centro, y por tanto, desaparece poco a poco en favor del aumento del valor del suelo.
BIO:
Soy Manuel González (Sevilla, 2002), todavía estudiante de Bellas Artes, este último año en Granada, aunque he cursado los anteriores en Sevilla.
Influenciado por el diverso legado histórico de Andalucía, desde pequeño me ha fascinado la arquitectura islámica, barroca y todo lo que hubiera en medio y alrededor. Ahora sigo explorando la arquitectura como inquietud artística desde otras perspectivas.
El crecer en un barrio como Triana (muy vulnerable a la subida de precio del suelo y turistificación) hizo que desde 2018 me fijara la desaparición del patrimonio urbano de la ciudad. Hace poco más de un año, esta labor se ha materializado en el proyecto de @sevillaenpeligro, con el que pretendo recuperar la memoria colectiva de los barrios de Sevilla.